La Resaka 5-1 Trinidad y los vagos

El combinado de los Fassio se impuso 5-1 a Trinidad y los vagos con cierta autoridad. Los vencidos, por su parte, dejaron una impresión muy grata de cara a la versión fair play del Nacional.

Con camisetas piolas y, a su vez, usadas. Es decir, las tenían cuidadas pero se notaba que tenían una cierta historia de tintes de torneos barriales. Amparándose en el modelo viejo de “La Roma” y añadiéndole al mismo el sello de “La Resaka”, así: con K, el equipo de los hermanos Fassio dio la sensación de que suelen jugar juntos, desde hace rato, porque se entienden.

Más allá de eso, hasta que se rompió el hielo, el partido era difícil de leerse porque “Trinidad y los vagos” (simpático nombre) tiene un puñado de individualidades que ilusionan quizás más al espectador que al juego colectivo del equipo, pero cuando engranen en conjunto de seguro cobrarán otro vuelo. No tenemos dudas que el DT Pablo Guzmán le irá buscando la vuelta porque jugadores como Julián Tambella, sin ningún lugar a dudas, tienen que ser mejor aprovechados. El espigado rubio parece el típico zurdito habilidoso, pero diestro. Con la derecha hace lo que quiere, jugador de gran técnica. Él y la guapeza de Facundo Benavídez le darán réditos a los vagos, aunque este domingo naciente de la Copa en Rauch no fue el caso.

Del otro lado, les contábamos, La Resaka tiene, por lo menos, “dos años de jugar juntos”, reconoció su técnico. Con dos o tres caciques en cancha que, claramente, manejan la batuta del equipo (salen de la cancha, poco más o poco menos, si ellos tienen ganas) son un equipo de ir al frente. Fuertes y leales, se prendieron en el palo por palo que se impuso en el cotejo y le supieron sacar provecho con el oportunismo de los García. Abrió la cuenta Fabricio (“10”) con un puntín atinado y luego supo demostrar su olfato Maxi (“9”) con un doblete. Desde ya, siendo varios en la plantilla, los Fassio también se harían presentes en el marcador, en el caso de David, gracias a una floja salida del golero adversario. A propósito de Facundo Crocci, queremos destacar en él, al espíritu de lo que nosotros anhelamos en este torneo. Quizás sea el estereotipo del jugador y delegado ideal para nosotros. Porque es buena onda, cálido, sencillo, comprometido con el juego y el torneo y sin alardes, abierto y con dotes (en este caso, de golero). Es decir, no por cortés quita lo valiente. Jugó prendido al partido hasta el último minuto, sufrió sus errores, los de sus compañeros sospechando que podían dar más de lo que dieron. Así y todo: terminó el partido y fue un caballero. Sin dudas: son candidatos a la plaza “fair play” en Mardel. Del otro lado, La Resaka tiene sed de más gloria y por la fuerza de sus caciques será un hueso duro de roer para cualquiera.

La figura de la cancha: Maxi García (La Resaka). 8, 50 puntos.

Tiene un juego regular, entró, salió y volvió a entrar al mismo ritmo. No cualquiera. Goleador del partido con un doblete, no es “guau” de llamativo su estilo de juego pero súper efectivo. Una especie de “Jardinero” Julio Ricardo Cruz. Metió un tanto de rebotero y cuando el partido culminaba se mandó una mini gambeta larga muy atractiva dejando sentado al arquero. Jugador interesante.

Figura en su equipo: Facundo Benavídez (Trinidad…). 7 puntos. Potente, guapo, fuerte. Le faltó asociarse o que lo asocien mejor, pero es un jugador al que le ponemos una fichita porque con poco demostró que dará de qué hablar en la Copa.

Los «vagos» son candidatos a la plaza de «Fair play» en El Nacional de Mardel…