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Pintaba para comida clásica pero terminó en panchos (cuac)

Salchichas F.C. 7-4 La Clásica

El gran candidato “La Clásica” ganaba 4-2 pero el “Salah salchichero” se encendió y fue batacazo. ¿Y ahora quién irá a Mar del Plata?

Mientras unos realizaban movimientos precompetitivos con su bonita indumentaria (con seudónimos, escudo y numeración) en la canchita auxiliar, se frotaban átomo por las piernas y realizaban una especie de charla técnica (La Clásica), los otros (Salchichas F.C) ni siquiera habían llegado al predio. Y cuando lo hicieron, no tenían camisetas. Cosas que tiene el deporte más hermoso del mundo… a la larga seguramente corra con mejor suerte el equipo “La Clásica” porque esa predisposición, lo sabemos por experiencia, siempre tarde o temprano “garpa” en este tipo de competencias. Siempre el más prendido, el más comprometido, es el que termina marcando la diferencia, sobre todo en nuestros formatos clásicos de competencia donde se proclama campeón quien mejor hace las cosas a lo largo de casi tres meses de competencia. Pero, dadas las circunstancias de un torneo con eliminación directa, en este torneo relámpago que inventamos para meter ya mismo a un campeón en la Copa Nacional de Campeones del fin de semana del 9 de Julio en Mar del Plata y que los rauchenses conozcan la movida, en ese famoso mano a mano puede ganar cualquiera y eso es también lo fantástico de este deporte. Cuando todos, absolutamente todos los espectadores neutros ya daban por ganadores a “La Clásica” (que tiene muy buenos valores), Salchichas se encendió desde los pies del “barbado” Maximiliano Roldán y dio muestras no sólo de carácter, también de buen pie para “desnudar” a la defensa del golero…

En el arranque nomás, La Clásica fue todo confianza e ir al frente y al rato  “Osito” Veloz reventó un clanck (palo) y el rebote le cayó al capitán Oscar Echenique para abrir la cuenta.

Pero Salchichas tiene ese no sé qué de equipo fresco… quizás podríamos definirlo como “desfachatez”, de que parece que juegan siempre de la misma manera, no importa si van ganando o perdiendo, ellos atacan con la misma impronta sin cuidarse demasiado atrás y meten cambios al rolete sin resguardar demasiado el “puesto por puesto” y eso, al menos este sábado, les dio dividendos. Con esa dosis de impredecibles, pasaron de ir perdiendo por goleada a ganar con solvencia. Pero, claro, tuvieron inspirado al “Salah salchichero” de Maximiliano Roldán que se despachó con un hat-trick de diversa facturación. El empate, fue un golón. Gran definición del capitán para dejar las cosas como al comienzo.

Pero La Clásica es La Clásica y los muchachos parecen que tienen tatuados en su cerebro una sola misión: ganar. Hasta por enjundia se imponen y así fue que Joaco “Moneda” Oruezábal, sin dudas, de los jugadores con mejor técnica y panorama del torneo, puso el 2-1 pero con toda la complicidad del arquero, porque su remate fue débil y Luquitas Calandria se lo devoró por completo. El partido seguiría en el “golpe por golpe” y otra vez Roldán anotaría con suma fantasía: mano a mano y definición cruzada con cara externa. La pelota se iba abriendo, pero dio en el palo y a la bolsa. Recontra golazo. Si el primero había sido bonito, éste lo superaba. Las cosas, como si nada hubiera pasado.

Y otra vez “Moneda” que demostraba sus destellos técnicos, corner al primer palo y el “10” (la pelota siempre al “10”) que controló primero y ejecutó algo luego. Se nota que es el dueño de la cancha porque tiene la superficie atada. El partido más bonito no podía ser (sin dudas fue el más atractivo de la jornada) y tras ese doblete de Oruezábal fue que los clásicos se agrandaron: un lateral cruzado habilitó a Oscar Rabaneira que conectó muy bien y de primera. Al toque, media chilena de Oscar Vázquez y nos fuimos al descanso.

Y en ese ínterin, fue cuando se suscitaron los cambios “clásicos” que desarmaron un poco al candidato. Pero, hubo, además, un detalle que no fue menor y valga la anécdota: resulta que el arquero clásico Carlitos González le apostó al barbado Roldán que no le anotaría dos goles ni de casualidad y el “Salah salchichero” había concluido el primer tiempo y ya contaba con esa espumeante apuesta ganada… lo que lo liberó un poco más para jugar del todo suelto. Entonces, entra una cosa y la otra, fuimos testigos de un vendaval salchichero en el complemento.

Primero descontó Berni de arremetida, la pelota entró con suspenso… (3-4); luego Jesús Duhalde (el espigado y platinado número 5) se mandó una corrida memorable y cuando todos esperaban el centro, la mandó a guardar por el primer poste. Go-la-zo.

Y ahí sí: fue todo desesperación de “La Clásica” que volvió a poner a sus titulares en cancha pero ya no era lo mismo, estaban despelotados. Y a río revuelto ganancia del “Salah salchichero” que con mucho oportunismo y de atropellada puso a su equipo, por primera vez, arriba en el tanteador. El resto pareció un cuento para Salchichas que claramente no esperaban ir ganando y tampoco se relajaron. La Clásica se vio obligada a ir por todas y los desfachatados de contra vaya si lo aprovecharon: en el 6-4 le hicieron el 2-1 al arquero, dejándolo parado y definiendo con el arco desguarnecido. Y en el 7-4 Duhalde fusiló a Carlitos. Quedará para el final el rezongo del “Osito” Veloz por su falta en la séptima infracción que derivó en el penal y que estuvo perfectamente sancionada en el silbato de Luis “Ojota” Guevara (de impecable jornada) puesto que el delantero desvió una pelota con la mano innecesaria. Y ni el tiro del final le saldría a Miguelito (que pronto tendrá revancha) porque cuando tuvo en sus pies el descuento por la pena máxima, en dos ocasiones, se lo atajó Calandria.

De más está decirle a los salchicheros que si siguen así, vayan haciéndose camisetas porque a Mardel de pecheras no pueden ir…

 

Figura de la cancha y de la fecha: Maximiliano Roldán (10 puntos – Salchichas F.C).

“El Salah salchichero” la descosió. Jugó con frescura en ataque y cuando más las papas quemaban, demostró guapeza para anotar el 5-4. Una tarde redonda como la pelota para él porque se llevó dos cervezas por su apuesta, la gorra al jugador de la fecha y toda la gloria del batacazo.

Figura en su equipo: Joaquín Oreuzábal (La Clásica – 7 puntos). Se lo nota distinto, metió un par de pases de “otro partido”. Tiene zancada como para desnivelar en velocidad, pero también rapidez mental y técnica como para habilitar a compañeros creando espacios vacíos donde, a simple viste, no los hay. Buen remate de media y larga distancia. Parece un jugador completito. Obviamente no estuvo en su esplendor, así que todo esto que apenas le vimos es un cheque al portador. Esperamos más de él y de su equipo.

 

Foto del equipo «La Clásica»

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