En un partido muy entretenido, se largó la versión veteranos mayores de 35 años.
Los presididos por Luciano Esains (ausente con aviso), ni más ni menos que en representación de San Lorenzo se las veían con los simpáticos troncos (dirigidos por Juanita Oruezábal?).
Y, la verdad, de entrada: se notó la sapiencia. Un juego más inteligente, más táctico que el de los jóvenes de la categoría libres. Es más, nos animamos a decir que debe ser en la primera ciudad donde se percibe que los mayores de 35 años tranquilamente le podrían ganar los “libres”. ¿Armaremos algún amistoso un día de éstos? Ojo, es una primera impresión, eh. Quizás no sea tan así. Habría que verlo en cancha porque en libres, la verdad, Rauch tiene muy buen nivel y eso lo demostrará el equipo que finalmente represente a la ciudad en el “Nacional de campeones”.
Pero volviendo al “(azul)grano” –cuac-. De entrada, y a simple viste, se los notó a ambos equipos bien parados en cancha. San Lorenzo tomando la iniciativa y Troncos bien parados de contra. Y se dio una particularidad: de un lado jugaban tipos que jugaron toda la vida y conocen el oficio de futbolista amateur como pocos (San Lorenzo) y del otro un equipo de mucho más potrero, si se quiere, “menos profesional” pero que contaba con una sutil ventaja: suelen jugar un turno fijo en el complejo “De Rabona”. Con lo cual, la ventaja y el oficio de unos se equiparaba con la “costumbre” de los otros. Ojo, obvio que los veteranos de los troncos también tienen sus jugadores que han jugado oficialmente, pero en comparación con el plantel de San Lorenzo pareció “menos profesional”.
San Lorenzo controlaba el balón abriendo la angosta cancha lo máximo posible y Troncos inquietaba de tanto en tanto con la capacidad para pivotear de “Maro” Arévalo. Aunque, tratando de fútbol 5, esa tendencia por momentos se hacía a la inversa, por ejemplo, con algún avance del arquero “tronco” Arquez. Realmente para destacar la actitud de este golero porque claramente es un jugador más y eso le da un salto de calidad a su equipo.
Y en uno de esos avances del uno (valga la redundancia), Arquez le calentó los guantes al bueno de Pascual. Mientras que del otro lado, Luján, Eden y Pabin por momentos formaban un triángulo inquietante y en otros pasajes malgastaban energías reprochándose cuestiones entre ellos. ¿La verdad? Entre tipos que saben jugar al fútbol –que se les nota y mucho- es un poco lógico esto puesto que se estaban tratando de adaptar a la superficie y hasta no encontrarle la vuelta a un espacio tan reducido puede que eso genere impotencia. Está claro que cuando se adapten, este triángulo brindará otro tipo de espectáculo. Y así, con más estudio de la cancha y del rival que audacia, se fueron al descanso en un histórico 0-0 (hasta aquí no se había dado nunca en el torneo).
En la complementaria, entró el “Gordo” Rivera y con él la magia se hizo presente: ¡cuánto potrero, papá! En la primera que tocó, interceptó un pase rival del golero adversario (que siempre arriesga pero como dijo Tu Sam, de vez en cuando… “puede fallar”) y cuando le salió éste, en el mano a mano, lo sentó de cola con una pisadita bien de papi-fútbol. Qué golazo metió…
Pero al rato, la valentía y la categoría de Arquez para pasar al ataque iba a encontrar su merecida recompensa con el empate. Sí, el 1-1 lo estampó el arquero de Troncos. Vaya si quisiera un golero así el DT de Argentina Sampaoli que sepa manejar tan bien los pies.
Con Rivera en cancha, los otros que también saben tratar el balón se soltaron un poco más y parecía que los cuervos se lo iban a llevar pero ahí es cuando surgió un poco la “costumbre” de los Troncos que sin ser vistosos en lo técnico, demuestran una gran capacidad para luchar con humildad cada pelota. Y así, entre algún destello técnico azulgrana y la rebeldía de los troncos para combatirlo, parecía que se esfumaba el encuentro en igualdad. Porque los troncos lo reemplazaron a Maro y perdieron peso ofensivo y San Lorenzo no terminaba de entrarle a Arquez. Pero a punto del pitazo final, los cuervos desgastaron tanto que llegaron merecidamente a la séptima falta y con la misma se valieron del penal y de los tres puntos en los pies del talentoso “10” Luján.
Figura del equipo: Luis “Gordo” Rivera (San Lorenzo). Jugó poco, pero demostró todo su potencial. Potrero al servicio de su equipo, rompió el cero con una hermosa gambeta y generó riesgos siempre que la tuvo. Nos quedamos con ganas de verlo más tiempo pero un golpecito y el cansancio de haber jugado el día anterior nos dejó con las ganas.
Figura de su equipo: Cristian Arquez (Troncos). Ataja bien y es un hombre más al servicio de su equipo en ataque. Tiene muy buena técnica y confianza de la buena para romper líneas. Quizás, por momentos, esa confianza lo lleva a arriesgar de más, pero es parte de la esencia del audaz y seguramente le dará más alegrías que desdichas a su equipo por su impronta.
