Cuando en Rosario, en Mar del Plata, en Junín o mismo en Longchamps recientemente nos preguntan «¿Por qué los Regionales -ahora ya Nacionales- siempre los gana Tandil?» (no citamos a Olavarría ni Ayacucho porque conocen más de cerca la movida y entienden). Nosotros le solemos contestar que la movida que hay detrás de la Copa en nuestra ciudad es gigantesca.

Y sólo basta con mirar de reojo el cuadro de play off de la A-1 en Tandil para notar el tremendo nivel de competencia que hay. ¿Cómo no van a terminar siendo los campeones? Por más que este año sean 8 las ciudades en total que competirán en Mar del Plata a mitad de año y 12 en total a fin de año en Tandil, nuestra competencia tiene un nivel elevadísimo de fútbol.

Presten atención: La Caravana Mágica (bicampeón del Regional) se las verá con una de las revelaciones del torneo: Fonavi. Los que siguen este Apertura Martín Luque de cerca cuentan que Fonavi completo, es el equipo que le puede ganar a cualquiera mano a mano. Es decir, no sabemos si tiene el temple para ser campeón, pero que el potencial lo tiene… ¡lo tiene! En un mano a mano, en tan sólo 50 minutos, puede hacerle daño al gran campeón.

Por esa misma parte del cuadro, dos equipazos que se sacarán chispas. Lobo Stone, con «Muela» Arozarena y gran elenco, en un mano a mano, es otro plantel que puede «mojar» sus piernas en el mar de «La Feliz» a mitad de año. Y ni qué decirles de Pico y pala, equipo hambriento y luchador con ese salto de calidad que les proporciona «Chivi» Prezioso en ofensiva. Será el televisado de la fecha.

¿De La Caravana qué quieren que les digamos? Bicampeón del Regional, ganó dos veces la A-1, pragamatismo puro, palo y a la bolsa, vienen invictos, ganando siempre cómodos, parecieran no tener contra y ¡eso que este torneo lo están jugando sin Nacho Triviño y Lucas Porta! (afectados al Torneo Federal B). A ese se le llama e-qui-po con todas las letras. Y pese a tanto poderío, son, al mismo tiempo, siempre los más sensatos, los más sencillos, los más ubicados. Nunca se la creen de antemano.

En la parte alta del cuadro, la cenicienta -sin dudas- de la competencia. Orden y progreso, podríamos llamarlos como en la bandera de Brasil, porque Ficardi no tiene «fulbas», es un equipo sin gran renombre en lo estrictamente futbolístico, es decir, sin jóvenes que hayan destacado en la Liga local y sin embargo, tienen una unión, una fortaleza anímica y un juego colectivo que destaca. Nadie se los imaginaba en la A-1 y sin embargo clasificaron holgados. Además, poseen a dos o tres jugadores como -por citar uno- Bautista Fernández Michelini que están atravesando un nivel individual estupendo. Enfrente tendrán a Natalia Natalia, quizás el más vistoso de los equipos de la A-1 y que tanto merecen la corona máxima a nivel local. Con jugadores talentosos, rapiditos y criteriosos que son capaz de cambiar el trámite del encuentro en un momento fugaz de inspiración, tales los casos de los hermanos Auce´s, Rodri Poncetta o Luchi Sequeira.

Pero hay algo que no se sabe por qué, pero está comprobado sólo tienen algunos equipos que son los que a la corta o a la larga terminan ganando los títulos. Se llama temple o mística, es algo intangible o difícil de describir pero, a su vez, indiscutible. Eso tiene La Caravana Mágica y eso mismo tiene Intocables, no por nada -como en los mundiales- los candidatos pueden parecer varios pero los campeones son siempre los mismos. En la Copa, pasa algo parecido, y ojalá haya un nuevo campeón en esta versión del Apertura Martín Luque, pero la realidad es que a la hora de la verdad, ante una paridad pasajera en el trámite de algún cotejo, esa «chapa» o experiencia de saber lo que es ganar puede pesar. E Intocables la tiene. Con un plantel repleto de renombres, le está tratando de encontrar un sentido a su juego colectivo, pareciera no tenerlo del todo definido y así y todo clasificó con una fecha de antelación a la A-1 y es de esos equipos que puede «aparecer» cuando las papas queman. Enfrente tendrá al Rejunte de los jueves, otro que puede sentirse «local» en Talleres, un equipo prolijo, súper ordenado, que en un mano a mano si te emboca una, después la vas a tener que parir… que tienen individualidades picantes pero dentro de una estructura bien ensamblada. Es decir, ninguno se va a mandar demasiado la parte. Todo forma parte de un equilibrio colectivo y desde ese orden arriesgan y lastiman. Y, aunque parezca lejano en el tiempo, ostentan un título de categoría Intermedia -que no es poca cosa- y con un aditivo que es alentador: mantienen la base de aquel campeonato. En otras palabras, ciertos roles o actores juegan de memoria.

Cada vez que llega una nueva definición de la A-1, nos excitamos de tal manera nosotros como organizadores, que sentimos que es la mejor A-1 de todos los tiempos. Y cuando nos pasa de eso, miramos de reojo hacia bajo las otras categorías y siempre nos encontramos con un futuro mejor. Por ejemplo, dentro de poco y si los pasos cumplen con la lógica, en El Clausura ya podrían estar ni más ni menos que CQC y CAVI en la máxima divisional de todas también. Con esto queremos decirles: gracias por el nivel porque ni se imaginan acá en Tandil, la admiración que generan fuera de las sierras. Y si bien las otras ciudades cada día crecen más y de ahora en adelante cada «Nacional» será un párrafo aparte, ojalá que nuestra sede logre siempre mantener la vara tan alta a nivel competencia y disciplina.

Pasen y lean, cómo se vienen los play off, categoría por categoría. ¡Chapeau!