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Leyenda Intocable

Intocables (Tandil) 3-2 Legendarios (Rosario). Crónica de la primera semifinal. Por Ramiro Raña.

Tras haber salido campeón de la A-1 en Tandil, la máxima divisional del torneo de fútbol sintético amateur más importante de la provincia de Buenos Aires con 160 equipos en 10 categorías distintas, era lógico que el poderoso Intocables llegaba al Regional-Nacional de Mar del Plata como gran candidato. Y enfrente tendría, según lo que deparó el sorteo, a Legendarios de Rosario que no se había coronado como monarca en su ciudad, en el torneo que organiza Loyal, pero llegaba como invitado puesto que Atlante –el verdadero campeón- no había podido conseguir el permiso de varios de sus muchachos en sus respectivos trabajos para poder viajar. Pero como dice el refrán, Rosario siempre estuvo cerca y, además, la ciudad tiene una mística futbolera que es innegable. Por eso Legendarios que arribó a la cancha con cánticos y una energía impresionante, dio pelea con una enjundia envidiable, jugándole en todo el primer tiempo de igual a igual y complicándole la vida a Intocables como pocos equipos en Tandil habían podido jugarle. Un dato a favor de ellos: habían llegado un día antes y se jugaron un amistoso ante un equipo de Mardel. Intocables, por su parte, si bien realizó amistosos en la semana previa en Tandil practicando el planteo táctico de 7 contra 7, lo hizo en canchas que no tienen la medida exacta del césped del complejo Punto Sur (55 de largo por 30 metros de ancho). Y a decir verdad, le costó muchísimo al gran campeón tandilense adaptarse a las nuevas dimensiones. A tal punto que quien suele ser su termómetro en el mediocampo, el capitán Franciso “Paco” Saltalamacchia (elegido el mejor jugador de la categoría A-1 en el reciente Apertura) estaba perdido sin brújula y su equipo no hacía pie. Del otro lado, Facundo Rodríguez y el “10” Cabral sí lograban salirse con la suya en más de una oportunidad inquietando el bueno del Bachi Cordero. Nunca se vio a una defensa de Intocables tan desordenada, les diríamos, en la historia de este equipo en la Copa. Y justo lo estaban padeciendo en una instancia Regional.

Fue así que la primera la tuvo Rosario y pasó cerquita. Al toque, Intocables avisó con una pelota que conectó Dugan Ots, se la taparon y le quedó el rebote dando el segundo intento del finlandés en el travesaño. El cotejo, desde el arranque, sin dudas fue vibrante. Con esa atmósfera tan especial que se vive en el aire cuando se tratan de finales, con la “tensión” a flor de piel en los pies de los jugadores. Intocables, un poco por los nervios y otro poco por la adaptación al campo de juego, lucía desconocido, desorientado. Su defensa no era férrea como nos tiene acostumbrados. Y llegó la apertura del marcador con un “9” y una aparición típica de goleador de ley. A la salida de un tiro libre se la abrieron al tormentoso Cabral y este le sacudió cruzado, la pelota se iba pero en el camino se la topó Rodrigo Bustamente y la desvió al gol. Vaya si se gritó. Casi se arranca la camiseta de Legendarios el “9” en el grito sagrado. Poco le duró esa supremacía a los rosarinos porque Intocables de inmediato y también a la salida de un tiro libre logró la igualdad. Le pegó Salituri y la desvió, en este caso, Pedro González. El combinado tandilense tuvo esa suerte, la de nivelar en un momento adverso y casi al instante de haber sufrido el primer gol del partido. La suerte del campeón dirá alguien por ahí. Y Legendarios generó una más clarita, mediante gran maniobra individual de su talentoso número “5” Rodríguez que le encargó, de pasada, una sotana a Martín Fabre y recibió, dos pasos adelante, una infracción cuando iba camino al gol. Su remate, pese a la falta, pasó cerquita.

Al rato, Dugan Ots con una vaselina exquisita definía por encima del robusto arquero rosarino y sobre la línea la llegaba a empujar el “Pela” Salituri. Intocables pasaba a mandar. Y Rosario no se quedaba atrás y nuevamente Facundo Rodríguez imponía la igualdad. El partido no le daba respiro al relator José Ciancaglini.

Lo cierto es que se fueron al segundo tiempo igualados y ahí sí Intocables logró reacomodar sus fichas en una mejor distribución según la cancha para desplegar todo su fútbol y de esta manera empezó a arrimar peligro más incesantemente. Dugan Ots salió lesionado y en su lugar ingresó Ema Gilardi, mientras que el por entonces líbero pasó de “9”. Nos referimos a “Dogui” Deanes que hacía de lo suyo y muy bien: aguantándola y girando para rematar, pero su disparo pasaba apenas desviado. Luego Paco Saltalamacchia también intentaba desde lejos y el disparo pasaba muy cerca del custodiado por el golero de Legendarios. A los 10 minutos de la segunda parte, Intocables lograría ponerse en ventaja con gol de su “9” goleador, Dogui Deanes, mediante un lindo tiro libre que rozaría en la barrera y descolocaba al golero rosarino. Posteriormente, el DT del Campeón de Tandil, Matías Darugna pediría minuto al árbitro Guevara para ordenar la defensa y refrescar aspectos tácticos de cara al final del partido.

Mientras tanto, Legendarios intentaba llegar al arco rival pero siempre chocaba con una defensa sólida comandada por Martin Fabre y Pedro González. En los minutos finales, Legendarios intentaría empatar el partido con remates de larga distancia, pero no generaban peligro en el arco del “Bachi” Cordero. De esta manera, se cumplieron los 25 minutos y Guevara dio el pitazo final para que Intocables se meta en una nueva final, esta vez para alzar la Copa Regional-Nacional “Toto Guevara”.

La Figura: Leandro Salituri. El lateral zurdo de Intocables tuvo unos 25 minutos geniales ya que luego sería remplazado en el complemento. Con eso le bastó para convertir casi dos tantos en el cotejo, porque el primero lo generó él con un tiro libre que supo desviar Pedrito González y en el segundo la empujó. Además colaboró mucho tanto en defensa como en ataque.

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