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Los Reyes demostraron tener fútbol y huevos en Junín

En un clima bastante áspero, por no decir hostil, en la cancha de La Loba, el combinado tandilense liderado por Marcos Aberastegui le ganó sin sobresaltos al poderoso Maní.

 

Maní (Junín) 3- Los Reyes (Tandil) 6

Cancha: La Loba (Club River Plate – Junín).

Instancia: Final del PRE-REGIONAL (el campeón clasificaba al Regional).

 

-Por Lucho Hansen

El gran campeón de Junín, Maní, esperaba a los Reyes con muchas ansías (que evidentemente le jugaron en contra) luego de un gran párate para ellos como equipo que vaya si se notó. Es que a nosotros nos hablaron de un plantel minado de buenos jugadores -en la mayoría de los casos semiprofesionales- que daba gusto apreciar por su juego asociado. Y vale aclarar dos cosas: 1) La Copa en Junín hace rato que no se juega –por razones de indisciplina- y ellos, por ende, hacía ratazo que no competían formalmente. Tampoco se tomaron la molestia de armar algún amistoso previo como para ponerse un poquito a tono. De ahí se comprende el paseo que por momentos se comieron ante un equipo que para llegar a Junín, le ganó a tres rivales de jerarquía en Tandil. Hubo una diferencia abismal de conducta deportiva. Con decirles que un jugador de Maní ni siquiera tenía botines de fútbol 5 y le pidió a alguien de por ahí prestados y atrasó el comienzo del partido. Un nivel de improvisación muy elevado. Muy lejos quedó Maní de aquellas performances en las que ganaba, goleaba y gustaba. 2) La mayoría de los jugadores de Maní venían de jugar ese mismo día en clubes de Liga y, en algunos casos, se les notaba el cansancio.

Del otro lado, Los Reyes que sufrieron bajas sensibles como las de 5 titulares: Mariano Baliño, Juan Martín Galbán, Seba Belsito, “Cani” Paganelli y Martín Pradal. Pero la unión del grupo y la mística para jugar los partidos importantes que le imprime, en gran parte, Marcos Aberastegui (un ganador nato) los puso varios pasos delante de su rival. Los tandilenses disfrutaron de un viaje muy lindo, compartiendo momentos únicos y muy divertidos en la combi, en el almuerzo y por la tarde en la famosa Laguna juninense (ni hablar después por la noche con el deber cumplido), pero a la hora de jugar se pusieron serios y demostraron gran concentración y eficacia.

El terreno de juego no les agradó apenas lo pisaron, “muy chico” –dijeron-, pero quizás esa presunta adversidad los agrandó todavía más. Pensar que jugaron con un arquero improvisado como Roberto Cuvilier –que la rompió-.

Los tandilenses son un combinado súper aguerrido, con gran presente y que no realizó en vano los 400km. que hay de Tandil a Junín. Los viajes, parece mentira, pero unen muchísimo a los equipos, los potencia de una manera admirable. Le pasó a Pipa de Junín que la primera vez que vino, lo hizo para divertirse y lo pasaron por arriba. Y cuando le tocó volver, lo hizo con muchísima más seriedad y compromiso y ganó de visitante y luego de local.

En un partido durísimo en el complejo de “La Loba” el conjunto tandilense bancó la parada con valentía –pese a un clima hostil- y aprovechó y golpeó en los momentos justos para mantener siempre las diferencias ante un disminuido y tenso Maní. Había olor a hazaña de entrada porque los chicos de Maní se vieron sorprendidos con el despliegue de banderas y buzos de Los Reyes y su jugador más talentoso, José Cerulli, antes de que comience el partido y como llorando la carta de antemano se le acercó al árbitro y le dijo: “No te olvides que estás en Junín”.

Pero no hubo caso: desde el pitazo inicial, Los Reyes se ubicaron mejor en el sintético, muy ordenados al mando de su delegado. Y a los dos minutos de iniciado el cotejo, el primer foul es aprovechado por Leandro Barriola de manera inmejorable: el media punta acomodó la pelota y con un terrible derechazo la clavó en un ángulo. El grito de gol fue tibio, como que recién ambos equipos se estaban acomodando. Maní contestó desde los pies de Jerónimo Cabral que, fiel a su estilo, sacó un misil no creer (véanlo en estos días cuando subamos el video). pero el palo le dijo que no (“Robert” ni la vio pasar). Los minutos corrían y Gonza Herrera se hacía de a poco amo y señor de la mitad de cancha, para colmo cuando el reloj marcaba los 10 de la primera parte llegó un terrible bombazo desde el sector izquierdo del mismo Herrera que descolocó a Carlos Donatti y así Los Reyes rápidamente se ubicaban muy bien en el marcador. A base de buenos goles el combinado naranja se iba al descanso 2 a 0. Maní mereció algo más en la primera mitad, pero Robert Cuviller tuvo dos buenas intervenciones. En el entretiempo, Andrés Sayes intentó calmar a sus fieras que parecían desbocadas por la impotencia de verse tan claramente sorprendidos estando ellos acostumbrados a ganar y siempre por goleada. Al talento hay que mantenerlo encendido, muchachos. Se quejaban del árbitro pero hasta ese momento su influencia no había sido de preponderancia. Cierto es que en el arranque de la complementaria, el juez Matías Picot no cobró dos faltas claras en favor de los juninenses y desde ese entonces el juego se desvirtuó todavía más. Maní se dedicó a protestar y Los Reyes aprovecharon la volada siendo más listos y ordenados que nunca. En el fondo, los juninenses parecían de infantiles: dejaban espacios libres por todos lados y Diego Ordoqui estampó el 3 a 0 con otro sablazo (control en mitad de cancha y de sobre pique clavó terrible disparo por encima de la humanidad de Donatti). Minutos más tarde y luego de varias chances claras, Bryan Quevedo descontó para Maní, luego de un córner preciso, el 9 de Junín la empalmó hermosa de volea y así descontó 1-3. Los Reyes en ningún momento se desesperaron y siguieron bien ordenados en todas las líneas, por su parte Maní siguió despelotado y la figura de la noche, Ordoqui, volvió a castigar para el 4 a 1 tras un (no) pase de fantasía de Barriola –que amagó a tocar la pelota y la dejó pasar-.

Nosotros fuimos ilusionados a Junín, en parte, para ver el talento de José Cerulli (el “10” de Maní). Y éste, mucho más ocupado en quejarse de todo que en jugar, apenas nos regaló una muestra gratis de todo el fútbol que cuentan suele ostentar cuando inició una buena  jugada colectiva y luego de recibir una mejor combinación la mandó, con un pase, al fondo de la red para el 2-4. Fue literalmente un pase a la red. Bonito gol. Y ese pasaje de buen fútbol fue lo único que exhibió Maní de todo lo bueno -que nos juran- estos chicos saben hacer. El resultado que siguió viéndose alterado, porque el “pito” decretó el séptimo foul, a favor de Reyes, y el encargado de cambiarlo por gol fue Ordoqui para el 5 a 2. El goleador eligió el palo izquierdo de Donatti, mientras que el golero se inclinó hacía el otro poste. Parecía, ahora sí, que el partido al combinado de Tandil no se le iba a escapar y fue así nomás, luego de un nuevo descuento, en este caso de Rodolfo Cerulli de tiro libre –al palo del arquero- y a pocos minutos de su culminación, Ordoqui por cuarta vez aseguró y selló la victoria para Los Reyes por 6 a 3 cuando el fondo de Maní era un flan para servírselo con dulce de leche y crema.

Los tandilenses demostraron coraje y templanza para bancar la parada ante un clima que, en Junín, resulta ser cotidianamente hostil. A tal punto que la Copa Cosa de Serranos decidió darle de baja, tras este encuentro, a la plaza en dicha localidad.

La figura: Diego Ordoqui, el “7” de Los Reyes no sólo por su soberbia actuación en ofensiva sino además por el compromiso en mitad de cancha en la etapa complementaria, cuando se mostró muy inteligente a la hora de bajar unos metros para romper el juego del equipo contrario. Autor de un póker de goles.

Todo el equipo de Los Reyes estuvo fino, pero subrayar además la actuación de Lea Barriola que rompió el cero con un golón y tuvo momentos de gran lucidez y, por supuesto, la de Roberto Cuvillier que había ido a Junín con la promesa de comer un asado y al final le tocó atajar y convertirse en héroe. Un grosso. Nos hizo reír mucho en el viaje.

 

AGRADECIMIENTO A ANDRES SAYES

No pudo ser para Maní este domingo en La Loba River ante Los Reyes (Tandil). Le agradecemos la buena predisposición a Andres Sayes y la caballerosidad deportiva a Samuel Funes y el arquero Carlos Donatti, porque pese a las vicisitudes de un partido de fútbol ellos nunca perdieron la cordura y colaboraron para que el partido termine en paz.  Lo mismo para «Rodo» Cerulli que desde que fuimos a Junín, siempre nos tiró buena onda.¡Gracias totales!

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