Tras no haber entrado a la A-1 en un cotejo que fue a jugar con dos hombres menos, Los Pibes era claramente uno de los candidatos fuertes en la «Intermedia» del Clausura «Matías Darugna», que por el nivel de los equipos que había relucía tan atractiva como la afamada A-1.

Los de Sebastián Gorozo terminaron alzando la corona por la misma vía que habían caído en la final de la máxima categoría en el Apertura: los penales. El 5-5 electrizante con un dignísimo Ficardi mandó a definir todo desde los 12 pasos, en donde Los Pibes fueron más precisos y terminaron con corona y clasificación a un torneo Regional del año próximo.

¡Felicitaciones!

LOS PIBES F.C 5 (3) – (1) 5 FICARDI

Los Pibes se sacó la mufa y gritó en Intermedia

Por Franco «Dobby» Mengascini

Los Pibes limpió las heridas de algunas definiciones perdidas para festejar con toda su banda, tras vencer a Ficardi en la final más atrayente del fin de semana. Sobre la última recta, parecía que se le esfumaba el sueño, sin embargo, fue mejor en los penales para alzar la copa y sacar pasaje a un Regional. Los Pibes se corona en la Categoría “Intermedia”, división donde no le sobró paño, eso rinde cuenta de lo igualado que quedó el segundo escalafón de la Copa Cosa de Serranos, con duelos electrizantes como la semifinal contra Los Del Viejo, y ésta que se esta narrando. Ficardi se fue con la frente en alto, luego de un gran torneo, de menor a mayor.

No alcanzaríamos a sentarnos que Ficardi se anotaría en las tablas, Santi Fernández cosechó un pelotazo desde la Cancha 2 de Los Silos y de aire y con su cara interna venció la resistencia de Javier Rossi (1-0).

Ahora tocarían los minutos de gloria del “Pistola” Murrone, que si había tiros de su emblema eran casi todos de su autoría. Encendería las alarmas con un tiro libre en el que el “Gato” Sánchez terminó ronroneando, ya que recostado abajo pudo dejarle atragantado el grito al que quedaría segundo en la tabla de goleadores acompañando a Esteban Borras.

Pero el siguiente tiro quieto fue incontenible, cercano a la mitad del campo y desde ubicación frontal, el “Pistola” Murrone en un limbo entre lo rasante y la media altura vulneró el poste izquierdo defendido por el buen golero de Ficardi (1-1).

A los quince, Seba González tenía todo para disparar cuando acometía sobre la valla de Los Pibes, no obstante, pícaro, filtró a la izquierda para Santi Fernández que no fue preciso.

En la siguiente, Seba González poseyó un tiro libre a centímetros del área, todos los jugadores azules en sus cavilaciones optaron porque el “77” metería un bombazo siniestro pero el volante tocó corto al medio, para Fede Simaro que hasta ese momento fugaz había utilizado la capa invisibilizadora de Harry Potter, cuando se la sacó, quedó de frente a Javier Rossi y venció la partida (2-1).

Ambos añadían faltas, no había que ser muy pillo para percatarse que lloverían los penales con prontitud.

Los Pibes salió a llevarse todo por delante luego de una ferviente charla técnica en el entretiempo, no quería fantasmas ni dudas que atropellen su ilusión.

Al minuto del complemento, Leandro González, previo a un reclamo de piso de Ficardi, terminó mal su ocasión, de igual manera el delantero empezaría a resonar.

A los cuatro minutos, segundos después de una atajada con los pies de Javier Rossi a Fede Simaro, Pedro Murrone en uno de sus tantos más característicos, escaló por izquierda y la cruzó óptimamente (2-2).

Sesenta segundos pasaron, y Los Pibes revertió el guion, Leandro González subsiguiente a un pelotazo, ganó en un pique a su marca y la estampó por arriba, un gol bastante clásico de Borras, pero esta vez fue para Leandro que empezaba de a poco a brillar (3-2). Además, llegaría el penal por séptima a favor de Los Pibes, atmosfera encantadora para los de Sebastián Gorozo. La fallida del “Pistola“, travesaño y bote afuera, adicionaba más emoción a un pleito que de por sí ya tenia una trama bastante dramática.

Casi que no habían asimilado el golpe fallido que arribó la séptima falta de Los Pibes, el González de Ficardi, Sebastián, abrió su calzado derecho (3-3).

Los trece minutos, la cifra a la que algunos le adjudican mala suerte, le trajo buenas nuevas a Los Pibes cuando Leandro González dominó próximo a la línea del área, resistió con aguante, y la insertó al ras (4-3).

A los quince minutos, no entraba más fricción y tensión en ambos bandos, Ficardi tomaría un energizante anímico y se volcaría a ultranza de conseguir la paridad.

Fede Simaro recibiría frontal, la dejó pasar apenas para clavar un derechazo alucinante para sacarle brillo al ángulo derecho, mamadera que golazo (4-4).

El mismo Fede que resplandecía con su pegada seca y poderosa, estuvo cerca tras un tiro libre por izquierda, el “3” casi sumo otro enorme tanto. Antes, Santi Fernández le hurtó la redonda al “Cani” Paganelli que lo topeteó de atrás para no dejarle accesible el encuentro sorpresivo con Javier Rossi, el ex Centro de Rehabilitación no podría acertar el quinto.

10-9, 11-10, no son números para la quiniela, eran las faltas que trazadas con forma de cruz se aglomeraban en la cartulina del juez. No había margen para el error, cualquier paso en falso era caerse por el barranco.

A los veintitrés, Pedro Murrone centró como con un guante por izquierda a Leandro González que dulce como estaba se las ingenió para que, en una maniobra poco ortodoxa, pero sumamente efectiva la mande a guardar, para volver locos a sus jugadores e hinchada (5-4).

Corrían los dos minutos de tiempo adicionado, la oposición de Los Pibes sin hacer falta pendía de un hilo, en el aire se respiraba una fragancia a definición desde los tiros penales.

El mohín en el rostro de Los Pibes, algunos reclamos, la falta número doce tomando un rol preponderante, Sebastián González definiendo con la frialdad de un iceberg, la final ahora era más épica, acabe como acabe (5-5).

Javier Rossi tapó el primero y pondría la semilla que germinó en la obtención del titulo para el conjunto azul, que sacó algunas canas verdes en los cincuenta minutos, pero que no padeció la serie definitiva.

Figura: Leandro González (Los Pibes F.C), tuvo la lucidez necesaria y la parsimonia para aparecer en los momentos de mayor hecatombe de su combinado. Terrible segundo tiempo de este gran atacante, que entró e hizo tres goles.