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K-mpeón

Llegaba el momento de la final de la A-1, ese partido que todos quieren jugar, el lugar que todos quieren llegar, lugar de privilegio si los hay; pero solamente dos equipos pudieron, VILLANOS Y K-CITY. La cuestión era así, el que ganaba se consagraba, el empate favorecía a K-CITY. Con un gran marco de público en el CECU, Figueroa daba inicio al partido decisivo del día domingo. Lo bajaron a Fontana en la puerta del área, García se hizo cargo y venció la resistencia de Echeverría, se abría el juego para K-City, 1 a 0. No nos habíamos acomodado cuando Gurbindo trepó por la izquierda y después de que la bola pasara por varias piernas le quedaría en sus pies para que la “sople” y convierta el 2 a 0. Las ocasiones empezaban a aparecer; Villanos se despertó después de esos dos cachetazos y pudo descontar; Olivares lo encontró a Goycochea que definía para tocar al palo derecho de Moreno y anotar el 1-2. Los campeones vigentes parecían haberse despertado; y sus delanteros también, ya que “Potoco” Ramón se las ingenió para ganar en el área y poner el 2 a 2 parcial. Ahora estaban igualados, otra vez como al principio, pero García diría presente nuevamente y colocaría el 3 a 2. También aparecería el siempre movedizo Palacios, que desde afuera del área clavaría el 4 a 2. Nuevamente en ventaja por dos K.City; en una jugada rápida Liuzzi se lo perdería para Villanos. Y llegaba el 5 a 2, Gurbindo anotó luego de una hermosa jugada colectiva. Con mucho amor propio el equipo de Boriani fue en busca de un gol que lo metiera de nuevo en el partido, y Ramón con una definición magistral lo encontraba; y antes de que el juez del encuentro pitara el final de los primeros 25` el intratable García ponía el 6 a 3 para los de casaca blanca. La cancha era una caldera; la gente seguía llegando con gritos, cánticos y banderas. Comenzaba la segunda etapa y tras un grosero error defensivo Palacios pondría el 7 a 3.La ventaja era importante, pero el equipo de Ale Ponce sabía que no podía relajarse porque enfrente estaban los últimos campeones. Nahuel Barragán, emblema de Villanos, tomó la lanza y convirtió dos tantos en 4´ para poner a los suyos en partido nuevamente. Que linda estaba la final de la A-1, goles para todos los gustos y todavía faltaba una eternidad. Palacios de excelente partido mandó el centro y Gurbindo con un testazo magistral anotaba el 8 a 5; los de casaca azul cometían una nueva infracción, la séptima, el árbitro marcaba penal para los “K”, y Gallegos lo patearía con alma y vida para poner el 9 a 5. Un partidazo se estaba viviendo en calle Rivadavia. Villanos se encontraba abajo por cuatro goles, pero seguía intentando con ese juego que lo llevó a ganar dos campeonatos seguidos, con ese “hambre de gloria” que los caracteriza; Barragán se llevaría a los tumbos la globa y descontaba otra vez. Goycochea entendía que estaban a tiro, y en una “avivada de potrero” anotaba para su equipo. Con el cuchillo entre los dientes se disputaba la final, era una lluvia de goles, genial para el espectador que se acercó hasta el lugar, y mejor se iba a poner cuando Figueroa levantaba su mano y marcaba tres minutos más y el “morrudo” Barragán rompía el arco de Moreno  colocando el octavo de Villanos. K-City 9 Villanos 8 , ese era el resultado del cotejo a falta de dos minutos. Se hacían eternos esos segundos añadidos; K-City sacaba todo desde el fondo y Villanos intentaba llegar al empate, empate que no llegaría .Pitazo final y nuevo campeón. K-CITY, el equipo de casaca blanca, los comandados por Darío Palacios se fundían en un solo grito,  “DALE CAMPEÓN”. Destronaban  en el reinado a Villanos que se había alzado con los últimos campeonatos; los dos jugaron como unos verdaderos campeones, excelente papel de Villanos que a pesar de estar abajo en el marcador durante todo el partido, jamás bajó los brazos y realizó un verdadero partidazo.

La Figura: Darío Palacios convirtió dos tantos; y se vistió de asistidor en otros. Estuvo concentradísimo durante los 54 minutos que duró el partido, fue fundamental cuando el adversario se acercaba en el tanteador para levantar a los suyos anímicamente y llegar al objetivo, el campeonato.

-Por Guido Navarro

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